El término Legal design ha tomado el foco de atención de los abogados en los últimos años.
La razón de este movimiento es simple: el mismo trae conocimiento del área de Diseño, el nuevo enfoque tiene el potencial de hacer que los textos sean más receptivos a la experiencia de los lectores. La promesa es atraer y mantener más cómodamente la atención de los usuarios, deshaciendo la clásica idea de que “nadie lee ni entiende un documento legal”.
Esta nueva propuesta hizo que muchos profesionales del derecho buscarán mejorar sus conocimientos de Diseño. Algunos de ellos se encontraron, sin embargo, con la dificultad de hacer escalable este trabajo. El tiempo para elaborar un modelo y la necesidad de ajustar siempre manualmente cada pieza, hizo que algunos abogados perdieran el interés.
Sin embargo, la escalabilidad no tiene por qué ser un obstáculo para utilizar el término Legal Design. En el texto de hoy vamos a explicar cómo la preparación automatizada de documentos puede hacer que la adopción de este nuevo enfoque sea aún más eficiente.
Legal Design trata sobre la unión entre Diseño, Derecho y tecnología, con el objetivo de hacer más usables, útiles y eficientes los productos, servicios y sistemas legales. El Derecho Visual, por su parte, se trata de la aplicación de los principios y herramientas del Diseño a los documentos legales, con el objetivo principal de lograr una mayor simplificación y mejores resultados.
Sin embargo, este enfoque va mucho más allá de la creación de documentos estéticamente bonitos, ya que más que agradables a la vista, deben demostrar ser útiles para los fines a los que están destinados y comunicar sus propósitos de manera clara y asertiva.
Legal Design tiene cuatro focos principales: lenguaje, tipografía, navegabilidad y uso de diferentes elementos visuales. También busca muchas de las técnicas de Diseño enfocadas a la experiencia del usuario, especialmente UX Writing (considerando la experiencia del usuario en la escritura).
Cuando se habla de comunicación en Legal Design, necesariamente se trata de un lenguaje sencillo. Esta simplificación no implica una reducción en la calidad del contenido, sino una construcción que permite al lector comprender de manera fácil, rápida y eficiente el tema del documento, minimizando los puntos de dificultad.
En cuanto a los elementos esencialmente visuales, se trata de mejorar la estética de los documentos, haciéndolos más agradables y eficientes para el lector.
Al hacer más amena la visualización de documentos legales, se obtienen ganancias en el procesamiento e incorporación de información por parte del receptor del contenido producido, aumentando su engagement y adherencia. Como resultado, los costos de transacción se reducen innegablemente, lo que hace que la interacción del usuario sea más eficiente.
Es decir: sirve para garantizar que la información puesta en los documentos legales será vista, analizada, comprendida e incorporada por el lector que aplicará el contenido, interiorizándolo en su vida cotidiana.
Como ejemplo, la aplicación de los principios del Diseño, aquí podemos mencionar:
Espaciado entre líneas: aumente el espaciado entre párrafos para que la lectura sea más agradable;
Una vez que estas técnicas de diseño se ponen en práctica, es necesario asegurarse de que todo el tiempo y el trabajo invertido en la estructuración se aproveche al máximo. Esto generalmente significa crear plantillas con elementos visuales estandarizados de acuerdo con las demandas de ese documento específico.
En este punto, a menudo comienzan los desafíos.
El próximo colaborador que use la plantilla puede terminar modificando la configuración o incluso desformateando el texto y los íconos, perdiendo todo el trabajo cuidadoso ya realizado. Al final, lo que se suponía estandarizado termina deshaciéndose, con posible daño a la estructura o intencionalidad de la pieza.
La forma de garantizar que se conservará el parámetro creado es automatizando la preparación de los documentos.
Así, el abogado no edita directamente el contenido, sino que rellena la información variable en un cuestionario sencillo e intuitivo. Un software de gestión de documentos se asegura de que estos detalles se asignen automáticamente en el texto, manteniendo el formato deseado.
La segunda ventaja de la automatización es la escalabilidad. No es necesario elaborar manualmente cada contrato o informe, revisando individualmente los elementos textuales y estéticos añadidos con técnicas de Legal Design. Una plataforma de gestión documental produce archivos por lotes, conservando en cada uno de ellos todos los patrones visuales configurados en el modelo.
Esta es la única manera de garantizar el máximo beneficio del formato de documentos siguiendo los principios del Legal Design
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Las técnicas, metodologías y principios del Diseño aplicados al Derecho son una vía poderosa para afrontar los retos del Departamento Jurídico. Ayudan en el correcto mapeo del dolor de los involucrados, tanto los relacionados con los flujos internos del sector, como los que interactúan con los abogados, permitiendo la búsqueda y desarrollo de soluciones adecuadas.
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