Los contratos de integración vertical, o agricultura por contrato, son instrumentos muy útiles para superar los desafíos de quienes necesitan una producción más sensible, tecnológica o fuertemente regulada .
A partir de estos documentos se establecen sólidas relaciones entre el productor integrado y el integrador, brindando mayor previsibilidad y seguridad para ambos en la ejecución de sus actividades. Este bono también podría resultar mucho más eficiente y rentable.
Estudios compilados por el Banco Mundial, por ejemplo, dan fe de la correlación entre el aumento de las ganancias y el uso de este tipo de contrato. En India, por ejemplo, los productores avícolas vinculados a contratos de integración vertical se beneficiaron un 36% más que los productores independientes.
Ver otros textos sobre gestión de contratos en agronegocios aquí:
Para lograr estos resultados, es fundamental buscar la máxima eficiencia en la gestión de contratos de integración vertical, lo que implica entendiendo algunos puntos, tales como:
Los contratos de integración vertical son acuerdos mediante los cuales un productor integrado y un integrador planifican y realizan actividades agrosilvopastoriles para la producción, industrialización o comercialización de materias primas, bienes intermedios o bienes de consumo final.
En la práctica, esto significa que el integrador, generalmente una empresa agroindustrial, ofrece al productor integrado insumos, capacitación, estructura o capital para sembrar o criar animales. De esta forma, la empresa es capaz de satisfacer su demanda de producción agrícola de forma exacta y específica , tanto en cantidad, calidad y tiempo de entrega.
A partir del vínculo creado por el contrato de integración vertical, el integrador garantiza toda la producción que necesita para realizar transacciones con los demás agentes de la cadena de suministro. Además, también asegura que estos artículos estarán disponibles en cantidad, calidad y en el tiempo necesario.
Por otro lado, el productor integrado también tiene la seguridad de que, observando todos esos requisitos contractuales, tendrá su cosecha adquirida. Además, tiene la oportunidad de establecer una relación a largo plazo con el fundador, lo que pone a su alcance una mejora sostenible en los ingresos y la calidad de vida.
El modelo de integración vertical también tiene ventajas para algunos cultivos específicos, tales como:
Esto sucede porque la estabilidad del vínculo del contrato de integración vertical genera más incentivos para que los productores se dediquen al cultivo de aquellos rubros que demandan mayor cuidado e inversión.
Según la Organización para la Alimentación y la Agricultura - FAO, el brazo de las Naciones Unidas para temas relacionados con la agricultura y la producción de alimentos, existen cuatro modelos diferentes de contratos de integración vertical. Ellos son:
Dependiendo del modelo adoptado, las exigencias para la elaboración, celebración y gestión de contratos de integración vertical pueden ser más o menos complejas. En el caso de la organización informal, por ejemplo, estas preocupaciones son menos latentes que en el caso del sistema multipartidista, que requiere una atención mucho mayor a la administración de todos los intereses involucrados.
Trabajar con contratos de integración vertical en agronegocios exige una estructura de gestión orientada a maximizar los beneficios de esta relación jurídica. Esta preocupación debe estar presente desde antes del vínculo, con el registro de los productores, hasta el final de la producción y la renovación de los contratos.
Vea aquí tres consejos para la elaboración y gestión de contratos de integración vertical en la agroindustria:
Aún existen muchas resistencias respecto a la formalización de contratos agrarios, prevaleciendo la noción de que estos documentos serían excesivamente complejos. Sin embargo, entre los profesionales del derecho ha cobrado fuerza otra visión, basada en la idea de que los contratos pueden redactarse en un lenguaje más sencillo, utilizando más recursos visuales, sin poner en peligro su validez o seguridad jurídica.
Esto también se puede aplicar a los contratos de integración vertical en la agroindustria.
Este nuevo enfoque ayuda con la gestión de contratos ya que simplifica la comprensión de las obligaciones de ambas partes, la visualización de plazos y especificaciones, además de hacer que el documento sea más receptivo en general. Esto le da al productor más confianza y seguridad en la relación que está creando con el integrador y puede incentivar el cumplimiento de las cuotas.
Conoce más sobre esta nueva forma de pensar y redactar contratos en:
Tanto el registro del productor como los contratos de integración vertical pueden convertirse en excelentes fuentes de datos para orientar de manera segura y rápida el desempeño y la estrategia de todas las áreas de la empresa.
Por ejemplo, informaciones como:
Todos estos datos son relevantes para la planificación del sector de suministro, para la contratación de seguros, para la obtención de capital y financiación, para establecer el vínculo entre el integrador y otros agentes en la cadena productiva y mucho más.
Por ello, es importante asegurarse de que todos estos datos estén disponibles para todos los empleados y sectores que lo necesiten.
Obtenga más información sobre el papel articulador de los contratos en: Los contratos como articuladores entre diferentes áreas de la empresa
La mayoría de los agronegócios invierten mucho en tecnología para la producción, adoptando las últimas innovaciones para lograr mejores resultados con aún más eficiencia. Sin embargo, la oficina queda atrasada, aún utilizando soluciones obsoletas y genéricas para la gestión empresarial.
Poco a poco, aparecen los síntomas de este retraso: pérdida de contratos, falta de información, retrabajo y fatiga entre los empleados. Entienda más sobre estos signos en:
Para resolver este escenario, es importante traer también para las áreas de apoyo algunas soluciones tecnológicas que pueden hacer más fluido el trabajo. En el caso de contratos de integración vertical, esto es posible utilizando una herramienta de gestión del ciclo de vida de estos documentos.
Estos software especializados, como netLex, permiten:
Saber más sobre cómo funciona el software de gestión del ciclo de vida de los contratos en: CLM: qué es y cómo la tecnología puede beneficiar a su empresa
El Contrato de Integración Vertical crea una relación simbiótica entre productores y empresas, pero su gestión puede ser aún más eficiente utilizando soluciones tecnológicas.
Siguiendo la tendencia que ya existe en Agro, llegó el momento de llevar también la innovación a las áreas de apoyo, ayudando a extraer el máximo valor de estos negocios. En este texto podrá entender más sobre este tipo de contrato, además de visualizar tres formas de mejorar la gestión de las obligaciones y la información contenida en los mismos.
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El nombre “integración vertical” debe interpretarse en el contexto de esta relación específica. Esto se debe a que, técnicamente, una operación de integración implica ampliar el objeto social de una sola empresa para abarcar otras actividades de la cadena productiva. Esta condición puede incluso ser el resultado de una operación de fusión y adquisición, por ejemplo, pero aún termina con una sola entidad comercial. Para efectos ilustrativos, este sería el caso de un matadero que también comienza a criar aves para sacrificio.
En el caso del contrato de integración vertical, sin embargo, se crea un vínculo jurídico entre dos sujetos, uno de ellos el integrador y el otro el productor integrado, para la realización de actividades que involucran diferentes niveles de la cadena productiva. Estos dos sujetos conservan su carácter individual, produciéndose, a lo sumo, un contrato de exclusividad entre ellos.
La diferencia, entonces, entre el contrato de integración vertical y la integración vertical propiamente dicha, es que, en el primer caso, existen dos entidades que conservan su independencia, mientras que en el segundo caso, existe una sola entidad cuyo objeto social pasa a cubrir más de un nivel en la cadena de producción.
En el contrato de integración vertical, el objeto del contrato es la producción agrosilvopastoril, mientras que en el contrato de aparcería, el objeto del contrato es la posesión o uso temporal de la tierra.
En ambos casos, el socio otorgante y el integrador pueden proporcionar insumos y apoyo para la producción. Sin embargo, el socio cedido recibe, en el caso de la aparcería, la posesión o uso temporal de la tierra, mientras que el productor integrado necesita tener previamente la propiedad, posesión o uso de la tierra para entrar en la relación jurídica de integración vertical.